Ir al contenido principal

La respuesta está en la canción (III)

El reciente obituario nos ha arrebatado a algunas de las más relucientes joyas que adornaron el collar del soul y el blues en su época dorada. En el caso que nos ocupa, durante el tramo que derivaba las corrientes de los grupos vocales de los 50 en la intensidad rítmica de los 60, unos cuantos tenores negros bautizados como The Drifters y reclutados por Clyde McPhatter, una estrella de la escudería Atlantic que acababa de abandonar a The Dominoes, consiguieron la mayor trascendencia comercial desde su nacimiento en 1953. Solo que para esa época ya no quedaba entre sus filas ni un solo miembro de la alineación original.

A cambio, la bombilla que se le encendió al mánager George Treadwell al escuchar la asombrosa voz de Ben E. King (sí, a él se refería la pérdida aludida al principio) provocó que el grupo en el que este se integraba cambiara su nombre por el de la famosa marca aún en activo, lógicamente con otros componentes ya puramente mercenarios, para grabar un himno que pondría patas arriba las listas norteamericanas y provocaría un repentino y renovado interés por las maravillosas composiciones que un avezado equipo de producción diseñaba para ellos. "Save the last dance for me" fue escrita por Doc Pomus y Mort Shuman, y en ella se narraban las aventuras que podrían suceder a alguien que decide alejarse de su amante para liberar mente y cuerpo en aras de quién sabe qué otras promesas de todo tipo que podrían aguardarle al final de la noche. Eso sí, siempre habría tiempo para volver al redil y reservar el último baile junto a la persona amada. Paradojas sentimentales que, cantadas así de bien, se quedaban en poco más que minucias.

                       

Contaba Lou Reed, gran amigo de Pomus, en una mítica entrevista para el programa de Elvis Costello, que el escritor redactó la letra después de ver cómo el día de su boda su ya flamante esposa (la entonces famosa actriz y bailarina Willi Burke) se contoneaba al ritmo de la música sin pudor alguno con varios de los invitados ante su condescendiente mirada. El compositor padecía de poliomielitis, con lo cual sus eternas compañeras de paseo eran unas muletas, y como se comprenderá no eran el instrumento adecuado para exhibirse en una danza post matrimonial.

Tal vez por eso, o por un extraño impulso que le hizo "responder" no solo a este sino a otro de los clásicos salidos de la garganta de King -años después también remedó la inmortal "Stand by me"-, la bella Damita Jo le dio la vuelta al tema en "I'll save the last dance for you". Se ignora si al hacerlo se metió en la piel de la mujer del autor y quiso devolverle los buenos deseos a su manera. Y tampoco era una cualquiera, pues esta mujer grabó con monstruos como Ray Charles o Count Basie sin que su nombre pasase jamás a la primera línea de créditos. Le valió más arrimar el ascua a los rescoldos aún calientes de un éxito incontestable para pasar a la historia de los más célebres dimes y diretes de la historia de la música.

            

Se confirma una vez más que a esta serie le podría extraer todo el jugo posible cualquiera que escarbe en el frondoso bosque de los géneros negros. Pero el color es lo de menos, aquí queda constancia de que lo único que se necesita para escribir una canción complementaria a otra es conocimiento de causa y capacidad de respuesta. Hay muchas otras escondidas acá y acullá, y ya están siendo desenterradas para su posterior análisis y disfrute en esta misma serie. Continuará.



Entradas populares de este blog

La fatalidad nos hace invisibles

El destino , nos guste o no, está ahí, cual depredador que saliva copiosamente acechando a su inocente víctima para saciar sus ansias de hacer cumplir lo irremediable, para aplacar las iras de quién sabe qué criaturas divinas que por menesteres de fundamentos establecidos para algún misterioso propósito , o bien por puro albedrío astral, se empecinan por los siglos de los siglos en llevar a cabo tales empresas para deleite o desgracia de los mortales. "Crónica de una muerte anunciada" , obra singular del recientemente desaparecido Gabriel García Márquez , es un referente claro a eso que denominamos destino, a eso tan natural y a la vez tan extraño que encierra el misterio de la vida , tan absurdo y falto de sentido que se nos acaban las hipótesis para dar con alguna respuesta que deje, por lo menos a medias, satisfecha nuestra curiosidad. Esa que siempre se conforma, dadas las circunstancias, con darse con un canto en los dientes si el acontecimiento en cuestión tiene

Arte fotografiando arte

Así es como definimos a Jose Girl, la novia de Enrique Bunbury, la que está detrás de todas sus fotos, plagándolas de efectos antiguos, dándoles una falta de color que se compensa con el que le puede dar el público. Sin duda, un trabajo que le queda genial al cantante como traje promocional.  Jose Girl es fotógrafa, nacida en Zaragoza, estudió imagen allí y en Valencia. En esta última empieza a exponer sus primeras fotografías eróticas y fetichistas. En 2004 empieza a trabajar con Bunbury, haciendo las fotos del disco  "El viaje a ninguna parte"  y desde entonces sus obras han estado básicamente enfocadas en el trabajo de su pareja. Actualmente se está rodando un documental sobre ella, titulado  " Josegirl, ritratto di una fotografa rock!" . Si pinchan en la imagen podrán acceder a su página oficial donde se recoge gran parte de su trayecto como fotógrafa. Raisa McCartney

Two of us: Un encuentro legendario

Por fin hemos encontrado (después de tanto tiempo) la mítica película "Two of us" , emitida originalmente para la televisión americana y ahora con subtítulos en español para toda la población hispanohablante. Como protagonistas tenemos a  Aidan Quinn interpretando a Paul McCartney y a Jared Harris en el papel de John Lennon . Los actores interpretan el encuentro ficticio de lo que podría haber pasado entre los dos músicos durante un encuentro real que tuvieron en abril de 1976 si se hubieran presentado en un programa llamado  Saturday Night Live que les ofrecía 3.000 dólares si se reencontraban en televisión aquella noche y tocaban tres canciones en directo  (si pinchan en la imagen de la izquierda podrán ver al presentador del show haciéndoles la oferta real).