Ir al contenido principal

La fatalidad nos hace invisibles

http://biblio3.url.edu.gt/Libros/cromuerte.pdfEl destino, nos guste o no, está ahí, cual depredador que saliva copiosamente acechando a su inocente víctima para saciar sus ansias de hacer cumplir lo irremediable, para aplacar las iras de quién sabe qué criaturas divinas que por menesteres de fundamentos establecidos para algún misterioso propósito, o bien por puro albedrío astral, se empecinan por los siglos de los siglos en llevar a cabo tales empresas para deleite o desgracia de los mortales.

"Crónica de una muerte anunciada", obra singular del recientemente desaparecido Gabriel García Márquez, es un referente claro a eso que denominamos destino, a eso tan natural y a la vez tan extraño que encierra el misterio de la vida, tan absurdo y falto de sentido que se nos acaban las hipótesis para dar con alguna respuesta que deje, por lo menos a medias, satisfecha nuestra curiosidad. Esa que siempre se conforma, dadas las circunstancias, con darse con un canto en los dientes si el acontecimiento en cuestión tiene algún punto de apoyo medianamente firme donde apoyar la razón. Una razón que tantas veces está ausente cuando del caprichoso destino trata el asunto.

En el propio prólogo García Márquez confiesa a Santiago Gamboa, autor del mismo, la necesidad de desvelar el desenlace de la historia justo al comienzo de la misma. Según el sabio escritor, con el propósito de que el lector de turno no dirija su atención a las últimas páginas del libro para descubrir sin más preámbulos el meollo de la cuestión, pero también, y esta es la más relevante de las intenciones del autor, incitar al lector a que descanse de esa intriga y se sumerja en lo realmente valorable, que no es otra cosa que la historia en sí.

Y esto precisamente es lo que hemos de agradecerle al gran "Gabo", el habernos mostrado esa guía a través de la cual llegamos a establecer esa conjunción con el mundo que nos presenta en la novela. Un ecosistema de mezcolanzas árabes, negras e hispanas, plagadas de matices preñados de brotes de cotidianeidad donde afloran sentires de unos y otros, instintos, pasiones, honras perdidas y el deber inherente de lavar las mismas, casualidades o imposiciones del destino, todo ello envuelto en la filigrana de cadenciosos paisajes de manglares caribeños que se dejan acariciar por las mareas altas que, puntuales, repetirán su visita al día siguiente.

Relato con trazos de trabajo casi periodístico, cortado y ejecutado al milímetro, donde fondo y forma rezuman elogios a partes iguales. Pinchen en la imagen y disfruten de su lectura.

Entradas populares de este blog

La venganza se sirve en tres platos

Siempre he tenido dificultad, supongo que como la mayoría de quienes lean estas líneas, para memorizar los nombres asiáticos. En coreano dicen que a menudo se confunde el orden de nombres, apellidos o incluso apodos asignados en función de la familia. El caso de Chan-Wook Park (o Pak Chan-uk, que sería más fiel al original según su lengua materna) podría ser uno más en dicho equívoco de no ser porque así bautizaron a un pequeño genio nacido en Seúl (Corea del Sur) hace más de medio siglo  que lleva haciendo cine desde 1992 sin que el mundo occidental en su mayoría se haya dado cuenta. Vean "Stoker" (2013), rodada en USA,   o "La doncella" (2016), dos de sus últimas muestras de cine perverso y amoral, y empiecen a cautivarse como yo.

Verano fatal: 20 canciones alrededor del sol (II)

En época de bonanza playera y, si procede por habilidades y regocijo, también se puede surfear un poco , que no todo va a ser tostarse en la orilla. Pero mejor hacerlo en parajes algo más exóticos donde también rugen las olas sagradas y a los que acuden solo las tablas más expertas e inquietas. Hasta Japón nos llevamos el equipaje para conocer a una estrella de la televisión de los sesenta que también le daba a eso de la guitarra con su banda , sin importarle que la arena que pisara fuera más oscura de lo habitual. Surfin’ Japan!