Tesoros ocultos hay muchos. Algunos puedes buscarlos durante años sin éxito, con otros te topas casi por casualidad e incluso existen aquellos que, aun sabiendo de su existencia, se pierden en la noche de los tiempos sin que haya muchas posibilidades ni esperanzas de que un alma caritativa tenga a bien echarte una mano en la labor de rescate y disfrute. El concierto-documental-testimonio que les ofrezco en el vídeo de abajo tuvo lugar en el ya lejano año de 1978, cuando la palabra "movida" empezaba a acuñarse como símbolo de rebeldía y fervor cultural y eran escasas las ocasiones que la recién estrenada libertad campaba a sus anchas por estadios, pabellones, plazas mayores y ruedos taurinos.
Precisamente en uno de ellos, el ya reconvertido Vista Alegre, fue testigo de una de las mayores y peor documentadas reuniones de las por entonces bandas pudientes del sector, algunas de ellas de gran trascendencia años después, otras lastradas al poco tiempo por la escasez de medios y la desidia de un público cada vez más exigente y comprometido con la causa de la democracia. No solo fue un acontecimiento musical, sino que las connotaciones políticas y sociales de aquel "Rocktiembre", como se denominó el evento, lo convirtieron en un momento clave para el futuro desarrollo del rock español con más afiladas aristas.
Considerada la primera película rock española, a lo largo de su metraje desfilan sobre el escenario bandas fundamentales como Coz, Topo, Cucharada, Leño y Teddy Bautista, ya en solitario tras dejar atrás su etapa con Los Canarios y varias décadas antes de pasar a la historia -y no precisamente por buenas razones- como ex presidente de la SGAE. La endogamia ya estaba presente entre los ejecutantes, pues los hermanos Armando y Carlos De Castro, luego miembros fundadores de los grandísimos Barón Rojo, militaban entonces en Coz, uno de cuyos integrantes, Juan Márquez, se presentó como bajista de Mad, una agrupación de fugaz existencia. Él, sin embargo, fue uno de los instigadores de este histórico encuentro, en el que Tony Urbano, responsable entonces de las cuatro cuerdas en los citados Coz, entabló el primer acercamiento para fichar por Leño, la banda de Rosendo Mercado. Al respecto, escuchar un tema tan progresivo como "El blues del crítico", nos da una idea bastante aproximada de la creatividad y el buen entendimiento en escena que aquella mítica noche nos dejaron. Culebrones musicales aparte, el momento bien merecía ser inmortalizado.
Hay testimonios que aseguran que no fue nada fácil conciliar a bandas, público y autoridades. Parece que las cargas policiales fueron varias e intensas y que la polémica por no incluir en el cartel a otros grandes nombres como Asfalto o Bloque llevó a cierto sector del público a manifestar su descontento de manera harto impopular. Tras el relativo éxito del concierto, Chapa (disquera madre del rock urbano a finales de los 70) editaría un doble disco de vinilo un año después, hoy prácticamente inencontrable. Sin embargo, pueden escucharlo tema a tema pinchando en la portada de arriba, mientras les pido disculpas por la baja calidad de las imágenes rodadas. Como decía al principio, son tan escasos los tesoros ocultos que salen a la luz ante nuestros ojos que, pese a su deteriorado estado, intentamos conservarlos en el estado que sea. Porque sí, señores, a todos "nos va la marcha".