El mundo de las versiones es ese cajón de sastre donde parece que todo tiene cabida: los géneros más diversos pueden encontrar su metamorfosis en otras pieles, igual de válidas que las originales a veces o sirviendo de corsé del que salir cuanto antes en otras. El atrevimiento, el homenaje, el afán por sorprender o el simple divertimento podrían ser razones de peso, dependiendo de los casos, para fijar la vista en esas canciones, estilos o artistas que una vez, o cientos, hicieron que quisieras dedicarte a esto de la música con todas sus consecuencias.
Siempre he sido un enamorado de las versiones, aunque a veces sean fallidas o resulten poco menos que atentados contra la creación primigenia, y mejor no hablemos de las consecuencias nefastas que para las carreras correspondiente supusieron tales osadías. En el lado bueno, dos ejemplos ilustrativos:
Bob Dylan compuso en 1967 "All along the watchtower", que en las cuerdas incendiarias de Jimi Hendrix, el zurdo genial, cobraba una vida insospechada y cautivadora que incluso hizo dudar al propio bardo de su acierto al escribirla con tan exiguos arreglos. El propio autor quedó petrificado cuando escuchó el nuevo ropaje eléctrico de su composición y, desde entonces, casi sabemos más de ella por la revisión que por el original. Abajo les dejo un vídeo ilustrativo y aquí pueden ver y escuchar otra aproximación al mismo tema, la que hicieron los mismísimos U2 en su disperso pero imprescindible disco "Rattle and hum".
El otro cover del que hablo es la del clásico "Please Mr. Postman", que muchos siguen atribuyendo a los Beatles sin saber que estos, en los inicios de su carrera y como fogueo a su grandeza posterior, eran una banda de versiones que bebía fundamentalmente de los pioneros del rock and roll, léase Chuck Berry o toda la escudería Motown sin ir más lejos, cuando la música negra se convirtió en la fuente principal y punto de partida de muchas carreras musicales. En su origen, fueron The Marvelettes quienes convirtieron al tema en uno de los grandes éxitos de su discográfica y lo postraron a los pies de la posteridad. Pero pocos saben que unos años después The Carpenters lo volverían a impulsar al número uno de las listas de medio mundo (escuchen su versión aquí). Sólo dos casos de los millones de los que podría hablarles, pero en algún otro momento volvamos sobre el tema, si es que el atracón que les ofrezco no les resulta indigesto.
JJ Stone