Desde Los Cuatro Cocos estamos conmovidos con los atentados que se han provocado esta semana en la capital europea de París. Nos duele ver tanta injusticia y tanta gente inocente muriendo por personas sin respeto que solo aceptan la violencia como moneda de intercambio. Por eso queremos darle la vuelta a la situación.
Esta semana concentramos todas nuestras energías negativas y las transformamos en positivas recomendando cinco películas acerca de París que nos seguirán recordando lo maravillosa y mágica que es la vida allí.

Clasicazo. Reggina Lambert (
Audrey Hepburn)
decide en un viaje de placer que va a pedirle el divorcio a su marido, pero al volver a París descubre que ha sido asesinado después de haber vendido todos los muebles de su casa y cobrado por ellos un cuarto de millón de dólares. Pero el dinero desaparece y
la viuda empieza entonces a verse perseguida por tres hombres, compañeros de su difunto marido, y también por un apuesto desconocido, Peter Joshua (
Cary Grant), quien
busca la fortuna que el difunto robó durante la Segunda Guerra Mundial y que no duda en mentir a Regina para conseguirlo.
Nuestro colega
El diario de un cinéfilo comenta que si alguien ve esta película por primera vez sin saber quién es
su director muchos pudieran pensar que se trata del maestro del suspense Alfred Hitchcock, pero no,
el culpable de este milagro fue Stanley Donen, director hasta ese momento
de exitosos musicales (
"Cantando bajo la lluvia", "Una cara con ángel"), que en 1962 decidió dar el salto a otro tipo de géneros, cansado de su encasillamiento. Su decisión no pudo ser más acertada, ya que en su primera tentativa construyó
una de las películas más divertidas y trepidantes de los 60. Para ello, se aseguró la participación de algunas de las más importantes vacas sagradas de Hollywood, tanto en el aspecto técnico como en el artístico.

Una película que está a la orden del día. En la web de
Cineralia la resumen como una película que nos introduce en ese
clima social golpeado por la violencia policial y la opresión. Pero no se queda en el mero retrato lejano de esa realidad, sino que nos invita a vivir
veinticuatro horas con tres jóvenes cuidadosamente elegidos como representantes de esa Francia (un judío, un árabe y un africano). A través de ellos viviremos
su rutina diaria en un barrio que está constantemente con el puño alzado reclamando sus derechos y ya padece agujetas de ello. Lo más asombroso y al mismo tiempo temible, es que el film se rodó hace diecinueve años y su argumento y alma siguen muy presentes en la actualidad, como si la sociedad fuese un barquito encerrado en una botella, indiferente y atemporal al paso de los años y las injusticias.

En una reseña del
ABC describen la siguiente sinopsis:
Jacques Becker es uno de los grandes pintores de París. Sin salirnos de su filmografía, ya
hay que elegir entre esta magnífica muestra de cine negro y "Los amantes de Montparnasse",
sobre las desventuras del gran Modigliani. En
"París, bajos fondos" se disputan el amor de una prostituta (
Simone Signoret)
un humilde carpintero y un hampón de baja estofa. El cineasta, padre de Jean Becker, otro gran director, se inspiró en un conocido escándalo que sacudió la ciudad de las luces a principios de siglo. Aunque parte se rodó en estudio, se pueden ver la Rue des Gardes y la Rue Messier, entre otras.
En
Blog de cine, Beatriz Maldivia comenta que
en esta película Jacques Tati crea una obra casi experimental. Con cada elemento obtiene largas escenas de las que saca el máximo partido y un humor sutil, en ocasiones, y otras veces, más cercano a la pantomima.
"Playtime" derrocha ideas: no hay objeto al que no se le extraiga la comicidad. La mejor demostración de lo que opina el autor sobre estos espacios diáfanos y esta decoración minimalista se aprecia cuando se rompen los paneles que cubren las paredes de ladrillo y en la parte más destruida por fin comienza una diversión que, hasta entonces, parecía imposible en un ambiente tan estirado y artificial.
Las situaciones que arrancan con cierto comedimiento se desmadran hasta convertirse en auténticas locuras.

No olvidemos nuestro lado más niño. En
La higuera nos presentan la sinopsis como
la historia de una jovencísima rata llamada Remy dispuesta a abandonar su antigua vida -que consiste en rebuscar en la basura algo comestible-
y dedicarse a la cocina. Esto le lleva a
un mundo en el que puede dar rienda suelta a su talento pero que al mismo tiempo encierra peligros de todo tipo, una circunstancia que da lugar a todo tipo de
situaciones caóticas y de lo más cómicas que además están salpicadas de personajes absolutamente extravagantes. Remy aprovecha la única oportunidad que tiene y aterriza en la cocina de un restaurante de cinco estrellas que tiene problemas. Allí hará amistad con el pinche del restaurante y juntos diseñarán un inteligente plan que pone los pelos de punta -literalmente- y que permitirá que dos infelices hagan realidad el sueño de su vida.