"Lo que estoy a punto de decirte es sumamente clasificado. Una conspiración más grande que todos nosotros. Existe un grupo poderoso de gente ahí afuera que secretamente gobierna el mundo. Hablo de aquellos a los que nadie conoce, los tipos invisibles. El 1% del 1%. Esos que juegan a ser Dios sin permiso. Y AHORA CREO QUE ME ESTÁN SIGUIENDO."
Nuestro protagonista es Elliot, interpretado por Rami Malek, del que no os merecerá la pena investigar su pasado cinematográfico hasta ahora. Este tío es un hacker con fobia social que curra en seguridad informática. Interesante. Pero además de ser la hostia en vinagre en lo que se refiere al tema del hackeo, utiliza su poder para putear a los mamonazos que se cruzan en su camino cual superhéroe anónimo del siglo XXI. Fiel a su condición, muerde el anzuelo tendido por una organización de hackers antisistema comandada por Mr. Robot (interpretado por Christian Slater, creo yo que para bien). A partir de ahí se ve involucrado en una gesta contra el mismo núcleo del sistema impuesto, que toma cuerpo y alma a través de la multinacional E-Corp (Evil Corp).
Y hasta aquí puedo leer. Creo que debe ser más que suficiente para que aquellas almas incautas que no conozcan todavía la serie se atrevan con ella de forma despiadada. Un último apunte: Conocedor de vuestra condición de lectores de títulos de crédito, será oportuno hablar de “Anonymous content”. En primera convocatoria, como seguidores incondicionales de “Anonymous” a secas, y a continuación como sectáreos de dicha tribu desde mucho antes que perpetraran “True detective” y otras anteriores barbaridades. Demasiado bueno para ser cierto.
Hasta aquí había llegado el mes pasado intentando perpetrar un nuevo post sin que pudiera atreverme a publicarlo, dejando para más adelante el hecho de poder adecentarlo antes de enchufarlo en este espacio. Ahora lo leo y me parece que, aún reconociendo sus múltiples carencias, hubiera podido valer una vez comparado con mis anteriores mamonadas. Pero hoy, amigos, he escuchado una de esas frases (citas o lo que sean) que versaba sobre aquello de que las cosas pasan siempre para mejor. Que por mucho que algo pueda putearte ahora, debes saber que es para proporcionarte un futuro mejor. No puede ser casualidad que en estos días en los que estamos ciertamente puteados, la única luz al final del túnel haya provenido de la mano de esos benditos piratas informáticos declarando la guerra, otra vez, al mal y a la injusticia. A unos y a otros. A todos.
Creo que es justo de eso de lo que va esta serie y que todo este jodido asunto de la existencia se ha encargado de retrasar mi invitación hasta una más propicia ocasión que estaba más cercana de lo que nunca hubiera podido sospechar. No puede ser casualidad. Hay alguien ahí arriba partíéndose la polla a mi costa. Que lo sepáis.