Ir al contenido principal

Dirty work

Quiero que por un momento imagines que nunca has escuchado el “Dirty work” de los Rolling StonesNo es ponerse en la situación de no haber escuchado nunca a los Rolling. Eso no entra dentro de lo razonablemente posible. Es no haber conocido concretamente este disco. A lo mejor hace algún tiempo que no lo escuchas o nunca lo has destripado. Es probable. O no. Da igual. Sólo quiero incidir en la formidable experiencia de experimentar algo por primera vez. O de no recordarlo con la suficiente intensidad como para que pueda desembocar sensaciones inéditas en tu sistema sensorial. Hoy me ha pasado a mí cuando me han enchufado este superdiscazo en formato “casete" sin la más mínima compasión. He respondido de forma instantánea a la pregunta sobre la banda implicada. Y debo reconocer que hasta ahí he podido llegar, sin recursos suficientes para dar más detalles sobre el fenómeno en cuestión.

Y eso, amigos, me ha dolido, sí. Pero solo durante un puto, desgarrador y sofocante segundo. A partir de ahí me he puesto en modo “me suda la polla” y he disfrutado del ágape cual alma inocente “como si fuera la primera vez”. Copón, qué suerte. Completamente emocionado. Haciendo uso del shazam en cada tema sin el más mínimo reparo, disfrutando sin rubor de la visita al lado salvaje.

Debo reconocer que hasta hoy, queridos amigos, siempre intenté llevar en mi coche un disco destinado a sorprender a almas incautas y convertirlas a una nueva religión mientras les sermoneaba con las siguientes palabras: “Coño, qué suerte. No me digas que nunca has escuchado el "Mezzanine" de Massive Attack. Ojalá pudiera estar en tu pellejo”. Creo que nunca podré revivir la experiencia en lo relativo a ese disco, por desgracia. Pero hoy, justo en este día, me he sentido “touched for the very first time”. Sí, como versa esa copla de Madonna que ilustra el empiece de “Reservoir dogs”.

Desafortunadamente, pocas cosas quedan para  hacernos sentir “like a virgin”. Y a cada cual las suyas. Hoy comparto “la mía última”. Shameless. No hablemos de la portada del disco. No, mejor que no. Escuchemos las coplas. Pero no de cualquier modo. Les instigo a degustarlo como si en formato cinta (o vinilo) fuera. Primero la cara A, entera. Todos los temas en el orden designado por nuestros ídolos. Luego la cara B de igual modo, nada de saltar entre temas de forma compulsiva. That’s the way. ES UN TRABAJO SUCIO, PERO ALGUIEN TIENE QUE HACERLO.

Entradas populares de este blog

INTOCABLE: La película

"Una película basada en hechos reales".  Normalmente, cuando esta frase sirve como carta de presentación de una peli, suelo correr tanto como puedo en dirección contraria a la pantalla.  La misma sensación de pánico tuve al visionar el cartel, temiendo un remake de "Esencia de mujer" a la francesa. Lo normal es que ocurra al contrario, asistiendo a innumerables y penosas versiones "a la americana" de brillantes filmes originarios de países extranjeros.  En fin, que esta peli tenía todos los ingredientes para engrosar mi lista de "películas prescindibles".  Aun así me he atrevido a verla de forma totalmente temeraria lanzándome al vacío cual piloto de parapente.

La fatalidad nos hace invisibles

El destino , nos guste o no, está ahí, cual depredador que saliva copiosamente acechando a su inocente víctima para saciar sus ansias de hacer cumplir lo irremediable, para aplacar las iras de quién sabe qué criaturas divinas que por menesteres de fundamentos establecidos para algún misterioso propósito , o bien por puro albedrío astral, se empecinan por los siglos de los siglos en llevar a cabo tales empresas para deleite o desgracia de los mortales. "Crónica de una muerte anunciada" , obra singular del recientemente desaparecido Gabriel García Márquez , es un referente claro a eso que denominamos destino, a eso tan natural y a la vez tan extraño que encierra el misterio de la vida , tan absurdo y falto de sentido que se nos acaban las hipótesis para dar con alguna respuesta que deje, por lo menos a medias, satisfecha nuestra curiosidad. Esa que siempre se conforma, dadas las circunstancias, con darse con un canto en los dientes si el acontecimiento en cuestión tiene...

Arte fotografiando arte

Así es como definimos a Jose Girl, la novia de Enrique Bunbury, la que está detrás de todas sus fotos, plagándolas de efectos antiguos, dándoles una falta de color que se compensa con el que le puede dar el público. Sin duda, un trabajo que le queda genial al cantante como traje promocional.  Jose Girl es fotógrafa, nacida en Zaragoza, estudió imagen allí y en Valencia. En esta última empieza a exponer sus primeras fotografías eróticas y fetichistas. En 2004 empieza a trabajar con Bunbury, haciendo las fotos del disco  "El viaje a ninguna parte"  y desde entonces sus obras han estado básicamente enfocadas en el trabajo de su pareja. Actualmente se está rodando un documental sobre ella, titulado  " Josegirl, ritratto di una fotografa rock!" . Si pinchan en la imagen podrán acceder a su página oficial donde se recoge gran parte de su trayecto como fotógrafa. Raisa McCartney