Hoy nos ocupamos de una recomendación cinematográfica para estos entrañables días que nos sobrevienen. Una película en la que se tocan algunas de las grandes preguntas de la humanidad y que no vendrá mal revisionar ahora que completamos un nuevo ciclo. Se trata de uno de esos trabajos independientes realizados con bajísimo presupuesto y que por alguna feliz casualidad trascienden mucho más de lo sospechado inicialmente, propagándose de forma viral. La película se desarrolla íntegramente en una casa como único escenario y se basa completamente en conversaciones entre los actores. Nada más. Pero nada menos. Precisamente lo importante en este evento es el guión, una historia urdida por Jerome Bixby y que, según cuenta la leyenda, fue concluida por el autor en su lecho de muerte allá por la primavera de 1998.
Richard Schenkman se encargó de recuperar la obra y dirigir este fenómeno que se estrenó en noviembre de 2007 en territorio underground para convertirse en una película de culto.
El protagonista de nuestro "cuento de Navidad" es John Oldman, quien en un momento determinado de la trama desvela que habita en nuestro planeta de forma perenne desde el Paleolítico superior (haciendo honor a su apellido, claro). Ello permite catalogar el film en el género de la ciencia ficción y nos regala una nueva paradoja atendiendo al hecho de que posiblemente será la primera y la última película del género que puedas contemplar desde la seguridad de que no se ha gastado ni un duro en efectos especiales.
Nuestro protagonista es un profesor de universidad dispuesto a abandonar su actual vida y todo transcurre en una especie de fiesta de despedida con sus compañeros docentes que se encargan de cuestionar la veracidad de su revelación mientras él relata sus avatares a través de la historia. Nadie mejor que grandes expertos de diversos campos para hacer las preguntas adecuadas. Y nadie mejor que alguien que asegura habitar entre nosotros desde que somos personas para responder con la adecuada perspectiva a las cuestiones fundamentales. No debo ir más allá, confiando en haber despertado las conciencias de aquellos que todavía no han visto la peli y esperando provocar la revisitación en los demás.
Para concluir, nos vamos a regodear en el fenómeno de que una maravilla como esta solo podría haber surgido de las entrañas de la escena independiente y en el hecho de que solo de forma milagrosa a veces lo importante se propaga brutalmente y en su difusión contamina almas y mentes a diestro y siniestro. Una difusión que en gran medida ha sido posible gracias a internet y que hoy me permite ofrecerles la degustación directamente desde youtube subtitulada al castellano. Sí, es un milagro. Nuestro milagro para estas Navidades.