Ya no vale irse a
Madrid, esa ciudad descrita por tantos poetas como "la ciudad industrial, fría,
que siempre se ve gris y que tiene algo que permite a estas almas diluirse
entre la multitud". En "Sombras de Nueva York" la emigración a Nueva York, para la evasión de un
director de cine que pretende rodar una de sus películas de bajo presupuesto,
será el tema sobre el cual gira la historia de Julián (interpretado por Juan Pinzás). En este drama psicológico el propio Juan Pinzás se fusiona con el
personaje de Julián, de manera que prácticamente se rueda una película que
cuenta una autobiografía sobre la falta de inspiración que sufre el director.
En sí, se puede decir que el film relata la falta de inspiración para rodar el
propio film.
Por otra parte, lo que hace más especial aún esta película es el personaje de Jennifer (interpretado por Lindsey Ireland), una actriz que aparece y desaparece de la cabeza de Julián y a la cual persigue durante todo el rodaje. La realidad se fusiona con la ficción a la misma vez en la que vemos una relación amorosa entre una chica joven y bella y un hombre adulto y no muy agraciado, que podría ser perfectamente su padre. La hermosura de la incertidumbre y la inocencia con la que se presentan estos dos personajes hacen de la película una obra maestra.
Para los amantes
de los films psicológicos es altamente recomendable, lleno de espejismos y
dejando atrás la mundanidad de las relaciones de pareja tal y como las
conocemos y la manera de hacer cine. Sin efectos especiales. Sin doblajes (a
pesar de ser española, Lindsey habla en inglés). Sin violencia explícita. Con
la psicología por bandera. Con la imaginación cruzando por el camino de la
realidad. Con el toque especial del cine español.