Emociones, es lo primero que nos viene a la memoria cuando recordamos a este "chico", de Charles Chaplin. Una vez dentro de los harapos de los protagonistas, quedamos a disposición de la sucesión de fotogramas y de las vicisitudes que en el film les acontecen.
Cuánto que sentir en este vacío guión. Y es que, como dicen: una imagen vale más que mil palabras.